martes, 3 de febrero de 2009

No dejes de leer... Y date la oporunidad de adoptar a tu mejor amig@



¿Quién escogió a quién?
Por Eduardo Boy

Como cualquier niño normal, a todos nos pasa por la mente tener un animal de compañía, en mi caso, la predilección por tener un perro creo que la he tenido desde que tengo memoria.

Parece que fue ayer que pasé el proceso, hasta el momento el más difícil personalmente, pues el perro que compartió conmigo 17 años sufrió una dura partida dejándome a mí con una depresión muy fuerte. Estoy seguro que los que aman a los perros entenderán el dolor que sentimos tras su muerte, pero cuando uno permite dejar atrás el dolor y pensar en ese animalito como el ser más fiel que te acompaño a lo largo de tanto tiempo -en mi caso- no me quedó más que darle las gracias con una sonrisa. Pero... ¿Y después? ¡Por supuesto fue que jure no tener un perro jamás! ¿Pasar nuevamente por lo mismo? Pero transcurrieron 2 años y por supuesto que cambie de parecer. Entonces, al igual que muchos otros creí que sabía demasiado, así que como "experto en perros" me di a la tarea de pensar cuál sería mi nuevo compañero, el cuál pensando a futuro seria alguno que pudiera acoplarse a mi nueva vida de adulto y demás costumbres.

Mil razas vi y no miento, desde las más grandes hasta las más raras, fue hace casi 3 meses cuando circulando por el periférico vi un espectacular amarillo con una foto que prácticamente pudiera decir, era la foto de mi perrito anterior... ¡Me traume! Y abajo del anuncio una leyenda que decía "ADOPTAME". Fue como un balde de agua fría, sin otro sentimiento en el trayecto a mi casa, sólo pensaba en esa imagen y en esa pequeña pero impactante leyenda, por supuesto que llegue a mi casa pensativo, me fui a dormir con esa misma cantaleta mental.

Pasaron un par de semanas y diario veía el anuncio y me preguntaba si sería buena opción, me saque tiempo de trabajo y llene los requisitos que solicitaban en www.pedigree.com.mx me llamo alguien a quien ahora le corresponde el titulo de amiga, personalmente vi su labor incondicional con los animales que algunos tanto amamos y que muchas veces ignoramos, los perritos de la calle, me enamore de cada integrante del chalet, hasta al punto de ir con la idea fija de adoptar a una perrita con determinadas características y salir con otra, muy pero muy diferente.

En esta parte de mi relato mis sentimientos se encuentran muy sensibles, tengo una vida tan calmada, que yo creo que Dios y el destino te pone lo que tú necesitas, y me hizo llegar enfrente de FRIDA, la perrita que me robo el corazón desde el minuto que la vi parada en el jardín de juegos y se sentó, quietecita, la imagen aún la tengo pegada a mi mente intacta. Todos los perritos saltando de gusto al ver a un ser humano que regalaba caricias y mimos, pero ella, no puedo decir que no se sentía contenta, era más mesurada, se concretó a quedarse sentada y mirarme, así de simple se gana uno el corazón. Me pregunté cerca de 20 veces que haría yo con una perrita mayor, y de más tamaño al que yo consideraba que podría mantener, cuidar y adoptar, pero como en el cariño entre las personas, el cariño hacia un animal de compañía se asemeja mucho, no se piensa, se siente y se actúa, y así fue, sin más.

Llegando con Frida a mi casa pasé por emociones diferentes, ver a un nuevo integrante en mi espacio me hizo sentir obligado a descargar mis emociones, me sentí nuevamente con una gran ilusión, y con el paso de los días, ver a Frida cómo se acoplaba lentamente pero con seguridad a su nuevo hogar me hacía sentirme con más ánimos, de ver la vida con más optimismo, ahora Frida es mi compañía, trato de pasar más tiempo en mi casa, con cualquier pretexto, el home office ahora me parece interesante, cuando se puede, y ella no sé... no sé si se sienta feliz, pero conociendo un poquito como sienten los animales seguro debe de estar contenta, puedo decir con toda franqueza que dentro de los aciertos de mi vida, el adoptar un animalito será uno de los más grandes.

Tengo una familia hermosa y Frida... La complementa aún más.Como cualquier niño normal, a todos nos pasa por la mente tener un animal de compañía, en mi caso, la predilección por tener un perro creo que la he tenido desde que tengo memoria.

Parece que fue ayer que pasé el proceso, hasta el momento el más difícil personalmente, pues el perro que compartió conmigo 17 años sufrió una dura partida dejándome a mí con una depresión muy fuerte. Estoy seguro que los que aman a los perros entenderán el dolor que sentimos tras su muerte, pero cuando uno permite dejar atrás el dolor y pensar en ese animalito como el ser más fiel que te acompaño a lo largo de tanto tiempo -en mi caso- no me quedó más que darle las gracias con una sonrisa. Pero... ¿Y después? ¡Por supuesto fue que jure no tener un perro jamás! ¿Pasar nuevamente por lo mismo? Pero transcurrieron 2 años y por supuesto que cambie de parecer. Entonces, al igual que muchos otros creí que sabía demasiado, así que como "experto en perros" me di a la tarea de pensar cuál sería mi nuevo compañero, el cuál pensando a futuro seria alguno que pudiera acoplarse a mi nueva vida de adulto y demás costumbres.

Mil razas vi y no miento, desde las más grandes hasta las más raras, fue hace casi 3 meses cuando circulando por el periférico vi un espectacular amarillo con una foto que prácticamente pudiera decir, era la foto de mi perrito anterior... ¡Me traume! Y abajo del anuncio una leyenda que decía "ADOPTAME". Fue como un balde de agua fría, sin otro sentimiento en el trayecto a mi casa, sólo pensaba en esa imagen y en esa pequeña pero impactante leyenda, por supuesto que llegue a mi casa pensativo, me fui a dormir con esa misma cantaleta mental.

Pasaron un par de semanas y diario veía el anuncio y me preguntaba si sería buena opción, me saque tiempo de trabajo y llene los requisitos que solicitaban en www.pedigree.com.mx
me llamo alguien a quien ahora le corresponde el titulo de amiga, personalmente vi su labor incondicional con los animales que algunos tanto amamos y que muchas veces ignoramos, los perritos de la calle, me enamore de cada integrante del chalet, hasta al punto de ir con la idea fija de adoptar a una perrita con determinadas características y salir con otra, muy pero muy diferente.

En esta parte de mi relato mis sentimientos se encuentran muy sensibles, tengo una vida tan calmada, que yo creo que Dios y el destino te pone lo que tú necesitas, y me hizo llegar enfrente de FRIDA, la perrita que me robo el corazón desde el minuto que la vi parada en el jardín de juegos y se sentó, quietecita, la imagen aún la tengo pegada a mi mente intacta. Todos los perritos saltando de gusto al ver a un ser humano que regalaba caricias y mimos, pero ella, no puedo decir que no se sentía contenta, era más mesurada, se concretó a quedarse sentada y mirarme, así de simple se gana uno el corazón. Me pregunté cerca de 20 veces que haría yo con una perrita mayor, y de más tamaño al que yo consideraba que podría mantener, cuidar y adoptar, pero como en el cariño entre las personas, el cariño hacia un animal de compañía se asemeja mucho, no se piensa, se siente y se actúa, y así fue, sin más.

Llegando con Frida a mi casa pasé por emociones diferentes, ver a un nuevo integrante en mi espacio me hizo sentir obligado a descargar mis emociones, me sentí nuevamente con una gran ilusión, y con el paso de los días, ver a Frida cómo se acoplaba lentamente pero con seguridad a su nuevo hogar me hacía sentirme con más ánimos, de ver la vida con más optimismo, ahora Frida es mi compañía, trato de pasar más tiempo en mi casa, con cualquier pretexto, el home office ahora me parece interesante, cuando se puede, y ella no sé... no sé si se sienta feliz, pero conociendo un poquito como sienten los animales seguro debe de estar contenta, puedo decir con toda franqueza que dentro de los aciertos de mi vida, el adoptar un animalito será uno de los más grandes.

Tengo una familia hermosa y Frida... La complementa aún más.

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